lunes, 6 de diciembre de 2010

REPERTORIO DEL COMANDO K

INTERVENCIONES SORPRESIVAS
“La provocación es una forma de poner la realidad sobre sus pies.” Bertold Brecht
La idea es colarse en el entorno de la ciudad, cambiar el ritmo de un lugar a una hora precisa. Hacer que la vida corra más lento, la gente acepte olvidar unos segundos, tal vez unos minutos sus preocupaciones para dejarse llevar por otras percepciones y otros pensamientos. Hacer propia la historia de otros, hacerse de algo que viene de otra parte, un poema, una historia de amor y dejarse conmover por una imagen, una presencia, una emoción, una mirada nueva hacia la belleza.
Al límite de formas como el happening, el Teatro Invisible, lo que llamo Intervención urbana tiene varias constantes: un objetivo actoral preciso, un guión bien definido pero que deja amplias posibilidades de improvisación en el momento. Un juego entre lo real y lo ficticio que luego deja aparecer la convención teatral: el público decide (o no) por su propia voluntad entrarle al juego del teatro. Es decir que primero convertimos al paseante en un espectador activo, y luego lo hacemos partícipe y motor del evento. 
La intervención teatral puede tomar varias formas, pero guarda siempre su carácter sorpresivo. Puede tocar un gran número de personas, y también dirigirse a unos cuantos individuos en medio de la multitud, buscando en este caso la fuerza de un contacto directo e íntimo con el paseante-espectador-cómplice. 
El Comando K-mote ha intervenido las calles de Puebla trabajando sobre la observación, el rumor, la espera, el sueño. Los actores del comando han salido a la ciudad para dormirse en los lugares más inadecuados, formarse de las maneras más absurdas, fijarse en los detalles más ínfimos, y así intentar modificar las costumbres de los poblanos con su universo “conocido”.

EL MANUAL DE SUPERVIVENCIA
Una tienda de campaña plantada en medio de la plaza, como única escenografía de una intervención en dos partes: un mini espectáculo masivo de 20 minutos seguido de un acto íntimo entre un actor y un espectador, adentro de la tienda de campaña.
El comando K-mote se ha vuelto por esta ocasión una alegre banda de scouts, que viene a entrenar en un parque bajo las miradas de los paseantes. Todos los pretextos son buenos para provocar la risa con este grupo de incapaces que vienen a poner en práctica las lecciones básicas de supervivencia en un medio adverso. Al final del sketch, cada espectador podrá escoger uno de los seis entrañables personajes para entrar con éste en la tienda, dónde recibirá una confesión de un minuto. La intervención acabará cuando todos los espectadores formados hallan pasado por la tienda.

EN OBRA…
Intervenciones sorpresivas en balcones de edificios del centro histórico, en vitrinas de tiendas, así como en restaurantes.

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